DROGADICCION
CONCEPTO :
Es una enfermedad crónica que consiste en el consumo
indebido de drogas, lo que implica atentar contra la salud, y que producen
excitación, pudiendo producir alucinaciones, como es el caso de la cocaína o el
crack, o depresión, como el opio, la morfina o el alcohol, con imposibilidad de
abstenerse de ello sin padecer consecuencias desagradables psico-físicas
conocidas como síndrome de abstinencia.
CASOS:
Soy la madre de un adicto de 24 años, mi hijo empezó a
consumir drogas desde los 19, cuando me di cuenta de esto traté de ayudarlo,
pero todo ha sido en vano. En la actualidad es VIH positivo y aunque ha tratado
de dejar la droga (ha ingresado tres veces a programas de rehabilitación)
siempre vuelve atrás. Yo me siento frustrada, triste, deprimida, muchas veces
me culpo también a mí de todo esto, ya que pienso que mi deber era protegerlo
de eso y no supe. Él nos ha hecho muchos daños en la familia, pero aun así lo
queremos y sentimos pena por él, (creo que él se aprovecha de nosotros, por esto),
pero no sabemos ya cómo ayudarlo, no queremos abandonarlo y darle la espalda
(nos sentiremos culpables si lo hacemos), pero ahora yo soy quien necesita
ayuda, tengo otros hijos y un chico de 6 años. En estos momentos estoy
atravesando por un gran estrés, me pongo histérica o nerviosa por cualquier
tontería, algunas veces experimento una gran angustia, o una profunda tristeza,
además, casi siempre se me olvidan las cosas, a veces sufro de lagunas mentales.
PREVENCIÓN:
No se trata simplemente de prohibir la droga, ni de
controlar su distribución. Aunque estas cosas son necesarias, el problema de la
drogadicción tiene sus raíces en la sociedad misma. Es por ello que es
necesario un compromiso de la sociedad en su conjunto. Padres, maestros, medios
de comunicación, instituciones, etc., deben comprometerse a construir una
sociedad nueva, donde sean promovidos los valores auténticos, especialmente los
espirituales. De no hacerlo así, todas las estrategias de prevención serán
inútiles, pues el problema de fondo seguirá existiendo.
Para las personas que ya han caído en el abuso de drogas, no
bastan los simples tratamientos médicos, dado que existen otros problemas del
individuo que están detrás del hecho de su drogadicción. Es necesario, junto
con el tratamiento médico de desintoxicación propiamente dicho, un tratamiento
de rehabilitación que haga que la persona re descubra su valor y su identidad
más profunda. Este tratamiento no será posible sin la participación del
individuo, sin su voluntad de cambiar. El apoyo de la familia y una adecuada
asistencia espiritual son también fundamentales para la rehabilitación.
CONCLUSIÓN:
Aunque
las drogas han existido siempre y seguirán existiendo, el consumo problemático
se ha manifestado con fuerza en las últimas décadas transformándose en un
problema social que va en aumento ya que cada vez hay más personas que consumen
algún tipo de droga, en mayores cantidades y a edades más tempranas. Hay una
mayor variedad y hay mayores facilidades para acceder a ellas. El consumo
abusivo de drogas afecta a las personas, a las familias, ala sociedad, es
decir,, un problema que nos afecta a todos y que requiere ser enfrentado por los
diferentes sistemas o grupos de nuestra sociedad. La solución no esta sólo en
manos de los organismos de control, ni en la de los expertos, es fundamental
que se involucre la comunidad, la escuela y especialmente la familia. La
drogadicción es en realidad un fenómeno muy antiguo que en nuestros días se ha
manifestado intensa y masiva mente.
RECOMENDACIONES:
Prevenir es anticiparse, adelantarse, actuar para evitar que
ocurra algo que no queremos que pase, en este caso, que se consuman drogas.
Pero, si ya se están tomando drogas, prevenir es intentar evitar que el
problema vaya a más y, en caso de existir alguna situación de dependencia,
ayudar a las personas a recibir tratamiento para superarla y a salir de ella.
La prevención es una labor de todos, no sólo de los expertos
en drogas. Se compone de la suma de pequeñas aportaciones que cada uno podemos
ofrecer desde el papel que desempeñamos y desde el lugar que ocupamos. Todos
tenemos algo que decir y algo que hacer y nadie puede hacerlo todo por sí solo:
Los padres fomentando en sus hijos, desde pequeños, hábitos
y costumbres saludables, acompañándoles y apoyándoles en su desarrollo personal
como sujetos responsables, libres y maduros, e informando y dialogando con los
hijos sobre las drogas.
Los profesores inculcando la importancia de la salud,
orientando sobre la manera de mantenerla y mejorarla, priorizando los aspectos
educativos sobre los conocimientos y fomentando un clima de relaciones y un ambiente
que contribuya a la evolución y a la madurez de sus alumnos.
Los médicos y el personal sanitario promoviendo la mejora de
la salud de la comunidad, informando objetivamente sobre los efectos y riesgos
de las drogas y proporcionando tratamiento a los afectados por su consumo.
Los policías y los jueces actuando fundamentalmente sobre la
oferta y la disponibilidad de drogas, persiguiendo a los narcotraficantes, etc.
Los legisladores promulgando leyes que limiten la venta de
drogas legales a menores y que sancionen los comportamientos ilícitos de
producción y venta de drogas.
Los trabajadores sociales apoyando y orientando ante
situaciones de desestructuración social y marginación que generan mayor
debilidad ante las drogas en algunas familias, barrios, ciertos colectivos,
etc.
Los mediadores y las asociaciones juveniles favoreciendo
alternativas de ocio y tiempo libre saludables para los jóvenes, facilitando la
formación de nuevos grupos de amigos, etc..
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